El futuro de las empresas andaluzas empieza en la formación de hoy
Cuando pensamos en el futuro empresarial de Andalucía, solemos imaginar grandes planes estratégicos, proyectos de innovación disruptiva o nuevas tecnologías que prometen transformar sectores enteros. Pero la realidad es más sencilla y, al mismo tiempo, más desafiante: el futuro de nuestras empresas se está jugando en las decisiones que tomamos hoy en materia de formación.
He visto en primera persona cómo una pyme familiar, que llevaba décadas funcionando de la misma manera, dio un salto exponencial cuando su segunda generación decidió formarse en gestión estratégica y marketing digital. Pasaron de depender de un pequeño mercado local a abrirse a Europa y Latinoamérica. También he conocido a directivos que, tras actualizar sus conocimientos, supieron transformar a sus equipos en organizaciones más ágiles, competitivas y con mayor capacidad de innovación.
Por desgracia, también he visto lo contrario: empresas que se resistieron a invertir en su gente y en su propia actualización, confiando en que la experiencia acumulada sería suficiente. En un mundo que cambia tan rápido, esa confianza se convirtió en una trampa. El conocimiento que ayer garantizaba estabilidad, hoy puede ser un lastre si no evoluciona.
La formación no es un gasto. Nunca lo ha sido. Es, sin duda, la inversión más rentable que una empresa puede hacer. Una máquina se deprecia, un edificio se deteriora, incluso un producto estrella acaba perdiendo valor con el tiempo. Pero el talento humano, cuando se nutre de aprendizaje, crece, se multiplica y genera beneficios que impactan en todas las áreas de la organización.
Si algo nos ha enseñado la revolución digital es que el conocimiento tiene fecha de caducidad. Lo que sabíamos hace cinco años ya no basta para competir hoy. Pensemos en el marketing: de campañas impresas pasamos al email, de ahí a las redes sociales, luego al big data y ahora a la inteligencia artificial aplicada al consumidor. Lo mismo ocurre con la gestión financiera, el liderazgo o la gestión del talento: todo evoluciona a una velocidad vertiginosa.
El riesgo de no invertir en formación es evidente: quedar fuera de juego. Una empresa que no se actualiza pierde competitividad, talento y oportunidades de negocio. Y eso, en una economía tan dinámica como la andaluza, significa quedarse atrás mientras otros avanzan.
Lo estimulante es que la oportunidad está al alcance de todos. Nunca ha habido tanta oferta formativa ni tantas modalidades: programas presenciales, híbridos, online, microcursos, másteres ejecutivos. Nunca ha sido tan fácil encontrar un itinerario adaptado a cada perfil y a cada necesidad empresarial. El verdadero reto está en dar el primer paso: reconocer que, por mucho que sepamos, siempre hay algo nuevo que aprender.
En Málaga lo estamos viendo de manera muy clara. Empresas que apuestan por la capacitación de sus equipos logran innovar en productos, abrir nuevos mercados y fidelizar clientes. Incluso las más pequeñas, que parecían condenadas a competir solo por precio, están descubriendo que el conocimiento les permite diferenciarse y jugar en ligas mayores.
El futuro no se improvisa. El futuro se prepara. Y empieza en la formación de hoy. No se trata solo de acumular títulos, sino de desarrollar habilidades, de abrir la mente a nuevas posibilidades y de cultivar una actitud de aprendizaje continuo.
Si Andalucía quiere consolidarse como un territorio de referencia empresarial, tecnológico y cultural, debe apostar de manera decidida por formar a las personas que lideran sus empresas. Porque, al final, no son las infraestructuras ni los capitales los que construyen el futuro, sino el talento bien preparado y motivado.
El futuro de las empresas andaluzas está en nuestras manos. Y esas manos, hoy más que nunca, necesitan formación para sostenerlo.
Fórmate para estar a la altura de quien quieres ser.
Director de Marketing de EIG Education
Director del Campus de Málaga
Profesor en titulaciones de ESIC Business & Marketing School
(Grado, Posgrado y Máster)




