Excepcional por partida doble.
Es bastante frecuente en Escuela Internacional de Gerencia contar con invitados expertos que acercan la realidad empresarial a nuestros estudiantes y que con sus experiencias y vivencias enriquecen a nuestra comunidad. Sin embargo, cuando en una semana coinciden dos personas de gran calidad humana e inigualable prestigio profesional entonces nuestra escuela se torna un lugar de aprendizaje excepcional.
Justo esto nos ha ocurrido recientemente cuando el profesor José Antonio Fernández Bravo nos acompañó a un encuentro que llamamos Compromiso con la Educación, una cita anual esperada por todos los que amamos la educación, sin importar el nivel educativo o la institución en la que enseñamos.
Hablar de educación se convierte en un lujo de la mano de José Antonio Fernández Bravo. Su ponencia sobre Proteger el Derecho de Aprender nos recordó algo fundamental como es que cada grupo de estudiantes es único y que cada individuo percibe , entiende, procesa y experimenta aquello que queremos que aprenda según sus propias experiencias, capacidades, intereses y motivaciones. El profesor José Antonio nos recordaba que para proteger el derecho a aprender debemos enseñar desde el cerebro del que aprende y para ello es necesario que seamos flexibles en nuestros planteamientos y capaces de aceptar distintas formas de ver, responder y entender, en lugar de aceptar como única la manera en la que nosotros vemos, entendemos y responderíamos a tales situaciones o cuestiones.
Dos días más tarde y de nuevo, otra persona excepcional, alguien querido y admirado en innumerables círculos de diversas índoles y con intereses muy variados. Juan Manuel de Faramiñán Gilbert, catedrático emérito de la Universidad de Jaén, sorprendió a un grupo de nuestros alumnos de Grado y Ciclos Formativos Superiores con un taller sobre oratoria.
Sócrates, Aristóteles, el arte de la palabra y ni un solo ruido en la sala. Su amable y educada manera de dirigirse a los estudiantes, la sabiduría y experiencia que transmite y sobre todo su impecable uso de la palabra enamoró a los profesores que estábamos presentes y mantuvo boquiabiertos a los estudiantes durante dos horas, con práctica de oratoria incluida. Mezclando lo clásico con lo moderno y enfatizando la importancia de aprender a pensar, ordenando nuestras ideas para conseguir una expresión fluida y cuidada, Juan Manuel Faramiñán Gilbert, les aproximó a las técnicas para ser un buen orador y despertó el interés de los estudiantes por aprender este arte.
Agradecemos a nuestros alumnos su implicación, especialmente a Guylan Abbou y a Mariam Ben Afán por su estupenda participación en la parte práctica del taller.
Como comentábamos al comienzo, una suerte contar con ambos profesores o mejor dicho, MAESTROS en el sentido más clásico de la palabra.
Gracias a ambos por permitirnos aprender de vosotros.
Teresa Campaña Hervás.
Directora Académica Campus ESIC, Granada.
