En el marco de la asignatura Emprendedores, que se imparte en segundo curso del programa TSMDC, nuestros estudiantes han profundizado durante los últimos días en un tipo de emprendimiento que se presenta imparable, gracias a un puñado de soñadores que han decidido cambiar el mundo. Lo que diferencia a un emprendedor social de otros emprendedores es que sus proyectos están destinados a conseguir cambios sistémicos, a cambiar la mirada de las personas, a crear modelos que otros puedan seguir y que mejoren la sociedad en la que vivimos.
Las primeras clases se dedicaron a conocer a los 35 emprendedores avalados por Ashoka, la organización más importante dedicada al emprendimiento social en el mundo. Cada estudiante investigó sobre uno de estos emprendedores y emprendedoras y lo presentó al resto de la clase. Proyectos tan diversos como cambios en modelos de educación, empoderamiento de las mujeres maltratadas, ocio inclusivo para discapacitados intelectuales o reestructuración del sistema carcelario, que están funcionando y creciendo en nuestro país y siendo adoptados en muchos países como modelos que funcionan.
La segunda fase fue un encuentro con la primera emprendedora social que fue seleccionada por Ashoka, fundadora de la ONG almeriense A toda vela, dedicada al ocio inclusivo de los discapacitados intelectuales, y también patrona de Agua de Coco, que ha cambiado la vida de miles de jóvenes en Madagascar (tienen hasta un coro de Gospel que triunfa en todo el mundo, la Malagasy Gospel). Isabel nos explicó que el 97% de los discapacitados intelectuales no tienen ni un solo amigo. Hacen vida con su familia, pero carecen de ocio con otros jóvenes. Los jóvenes discapacitados tienen sueños, intereses, aficiones, necesidad de hacer amigos, exactamente igual que el resto de los jóvenes. Su organización ha conseguido que los jóvenes discapacitados hagan deporte, vaya a espectáculos culturales, salgan de tapas o de marcha, hagan senderismo… junto a otros jóvenes voluntarios. La película Campeones ha sido un espaldarazo importante para dar visibilidad a los discapacitados intelectuales, y su campaña de recaudación para financiar voluntarios va en esta línea.
La tercera fase culminará con la implicación de nuestros alumnos y alumnas , que en el marco de la asignatura tendrán que idear microproyectos para recaudar dinero, bien para financiar voluntarios o para ser mecenas de un libro sobre la Amistad que Isabel Guirao está escribiendo.
ESIC busca formar buenos profesionales y mejores personas. Ejecutar estos proyectos es parte de ese aprendizaje para conseguirlo.
Óscar Balda (Profesor de la asignatura Emprendedores)